Caza huracanas dejó burlado a los cientos de niños, jóvenes y adultos que lo visitarían

Uno de los aviones caza huracanas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA siglas en ingles) de Estados Unidos, dejó burlada a la población estudiantil del Distrito Central de la capital hondureña, quienes esperaron por tres horas en la Base Aérea Hernán Acosta Mejía para conocer y ver el funcionamiento del famoso avión.

Minutos antes de que se conociera que no llegaría el avión el pequeño Alfredo Martínez dijo “vine porque solo lo he visto por la televisión o en documéntales pero hoy podre conocerlo”.

A medida pasaban las horas los niños, jóvenes y adultos empezaron a inquietarse por el calor que azotaba en ese momento así mismo por el caza huracanas ya que este no asomaba en el horizonte,  por su parte las autoridades de la Comisión de  Permanente de Contingencias (COPECO), solo alargaban la espera.

Tras pasaban las horas la espera fue inútil  ya que el laboratorio aéreo no llegó ya que según las autoridades tuvo un atraso en México, por lo que estaría llegando a las 11:00 de la mañana, minutos después comentaron que el avión estaba en la base aérea de Palmerola en el departamento de Comayagua.

En Comayagua el comisionado de COPECO Lisandro Rosales dijo que solo estaría media hora en llegar pero no fue así ya que transcurrieron más de la media hora y nunca apareció declarando tiempo más tarde que no llegaría.

Según COPECO hasta esa hora se habían movilizado más de 500 infantes de las distintas escuelas públicas y privadas de la capital así como particulares quienes se quedaron con las ganas de conocerlo.

Rosales  informó que Honduras estaría siendo privilegiada con la visita de este “caza” de última generación ya que la última vez que uno de estos había estado en el territorio había sido hace como 35 años.

Se espera que las autoridades puedan brindar un comunicado explicando las razones por las que el aparato no pudo llegar hasta Tegucigalpa, y esperar nuevamente la oportunidad de conocer un caza huracanes.

Redacción: Edras Torres                                                                Fotografías: Edras Torres